
- Estrés y ansiedad: situaciones estresantes en la vida del niño pueden afectar su apetito.
- Miedo y aversiones: experiencias negativas previas con alimentos pueden generar rechazo.
- Problemas familiares: conflictos en el hogar pueden influir en la conducta alimentaria del niño.
- Presión por comer: forzar al niño a comer puede generar rechazo y ansiedad.
- Problemas de autoestima: la baja autoestima puede relacionarse con hábitos alimenticios poco saludables.
Condición Médica | Efecto en la Alimentación |
---|---|
Alergias alimentarias | Rechazo a alimentos, síntomas gastrointestinales |
Reflujo gastroesofágico | Dolor, rechazo a la comida, vómitos |
Estreñimiento | Disminución del apetito, malestar |
Infecciones respiratorias | Pérdida temporal del apetito |
Problemas dentales | Dificultad para masticar, rechazo a alimentos sólidos |
Condición Médica | Efecto en la Alimentación |
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Alergias alimentarias | Rechazo a alimentos, síntomas gastrointestinales |
Reflujo gastroesofágico | Dolor, rechazo a la comida, vómitos |
Estreñimiento | Disminución del apetito, malestar |
Infecciones respiratorias | Pérdida temporal del apetito |
Problemas dentales | Dificultad para masticar, rechazo a alimentos sólidos |

- Modelado parental: Los niños imitan los hábitos alimenticios de sus padres.
- Disponibilidad de alimentos: La presencia de alimentos poco saludables en el hogar influye en la dieta infantil.
- Ritual de las comidas: Las comidas familiares estructuradas promueven hábitos saludables.
- Uso de la comida como recompensa: Desmotiva una relación sana con los alimentos.
- Restricciones alimentarias: Las restricciones severas pueden generar ansiedad y trastornos de la conducta alimentaria.